Mi corazón está dispuesto, oh Dios;
Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria.
-Salmos 108:1
Este salmo comienza con una disposición competa del corazón para Dios y termina con una canción de victoria :
En Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.
-Salmos 108:13
¿Es tu gloria regocijarte en el Señor? ¿Intimar con Él y decirle todas las cosas? ¿Esta tu corazón dispuesto y deseoso y ferviente por Dios?
Si es así tienes la ventaja de un corazón animado, contento y feliz. O como diría mi progenitora: “Alegre, contento y feliz.” Un corazón dispuesto para Dios es un tesoro invaluable. Para un corazón dispuesto, sus circunstancias son secundarias, alabar es su prioridad y no es la obligación de un servicio, sino la plenitud de un placer. Actúa en el privilegio de obedecer y reconoce que el precio de la obediencia será provisto con gracia suficiente para toda hora.
El interés de un corazón dispuesto para Dios ahnela crecer más en la gracia y la revelación de Dios. Lo que desea es mayor consagración, mayor santidad, más plenitud, más llenura. Procura que todos los rincones escondidos de su corazón sean expuestos por la luz de Cristo. Y quiere que no quede nada más que un corazón consumido y satisfecho en Su Gloria.
Un corazón dispuesto para Dios le dice a los objetos qué le rodean: “Sean útiles para la alabanza de Dios.” Le dice a la naturaleza: “levántate pues vamos adorarle hoy.” Le dice a su salterio y su arpa: “despiértate” y amanece el primero para despertar la mañana.
Un corazón dispuesto para Dios no teme adorarlo entre la gente. No teme de lo que digan de él pues esta satisfecho en Dios, completamente. Lo pudiera adorar en China o en Pakistán. En Venezuela o en Vietnam, para él es lo mismo. Por qué ve que existe un Dios que gobierna sobre todos. Y las naciones le son a su Dios como una gota que se cae de un cubo de agua.
Un corazón dispuesto, es uno que procura que la satisfacción que tiene en Dios sea compartida. Es un Dios muy grande para ser privado. Aquel que tiene autoridad en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, le manda hacer discípulos por todas las naciones en el poder de su Espíritu. Un corazón dispuesto, mide bien las palabras, pues con ellas difunde de Dios las promesas y con ellas construye una generación nueva y procura que no sean sus ideas, sino proclamar las de Él Dios que le hecho dispuesto primeramente.
Un corazón dispuesto para Dios reconoce que fue solamente por gracia y que fue por medio de una fe que no es de nosotros, sino que es un regalo de Dios, el ha creído para salvación. Reconoce que solamente Jesús, el hijo de Dios siendo Dios y hombre pudo morir y remplazarlo en su lugar, justificándolo de gratis. Y que su palabra es verdadera, útil, suficiente. Es la fuente de vida infinita. El corazón dispuesto para Dios, solo busca la gloria de que aquel que lo llamo de las tinieblas a la luz. Y no puede esperar por vivir eternamente en su presencia.
Un corazón dispuesto para Dios, se ha decepcionado con las apariencias. Y ha sido traicionado tantas veces que no encuentra ya ninguna dependencia en los hombres, mujeres o niños. Solo un Dios que lo sostiene no puede traicionarlo y el pueblo que a Dios ame le será su amigo.
Certeza tiene el corazón dispuesto en que puede tirarse en los brazos su Padre Celestial con la confianza de un niño. Por esto, ¿Cuántas cosas hará Dios por medio de un corazón dispuesto? En Dios haremos proezas.
Por ultimo, el corazón dispuesto confía que Dios continuará combatiendo a todos sus enemigos. Enemigos internos y externos. El pecado, el mundo, él maligno. Y el último enemigo que será destruido será la muerte.
Anímate hoy amigo a entonar las alabanzas a Dios pues esa es la única gloria de un corazón dispuesto.