Del fruto de sus obras se sacia la tierra.

El riega los montes desde sus aposentos;
Del fruto de sus obras se sacia la tierra.

-Salmos 104:13

Si existe diseño, fue pensado antes
Cada obra que describe el salmista en el salmo 104 nos informa sobre la majestad de Dios cuidando a su creación. David describe geografías, animales, mares, hombres, frutos y productos todos siendo conectados por una cosa, el diseño y la providencia de Dios. ¿Has pensado en esto? Si existen nubes que broten agua Dios lo ha diseñado antes. Si existen piedras que resulten para hogar para unos conejos, Dios lo ha pensado antes. Si existe pan, aceite y vino para nosotros, Dios lo ha pensado antes. Todas las cosas Dios las ha creado con sabiduría (V.24). Si existe diseño, Dios lo ha pensado antes.

Podemos depender de Dios
Como criaturas, creadas por Dios podemos depender de Dios para nuestra provisión. No es casualidad que el salmista utilice la imagen de todos los animales dependiendo activamente de Dios para su comida. No es casualidad que Jesus utilice imágenes de animales para fomentar en nosotros un sentido de confianza:

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

-Mateo 6:25-26 (RV1960)

Tu afán le resta gloria a Dios
El afán que parece ser un adicción en estos días, lejos de ser una actividad fructífera, es producto directo de nuestra desconfianza en un Dios que provee por todas nuestras necesidades. El afán trata de matar nuestra contemplación a Dios y a su providencia y asfixia nuestra esperanza. Es un falso sentido de estar en control y ocupado cuando los factores son muchísimo mas complejos de lo que podemos manejar. Existen un sin numero de factores que limitan o causan una acción particular y Dios esta en control de todos ellos. No solamente él ya ha diseñado el curso de las cosas y las funciones de sus criaturas, también esta activamente y misericordiosamente proveyendo para su creación.

Como lo dice el versículo 13:

El riega los montes desde sus aposentos;
Del fruto de sus obras se sacia la tierra.

La obra que siempre sacia
La vida, muerte, resurrección y gloria de Jesus es la obra de Dios que siempre nos sacia. En su provisión y su diseño, Dios envío a su Hijo desde el cielo a satisfacer la ira que merecía nuestro pecado pasado, presente y futuro. Como un torrente de lluvia abundante Jesús hablo palabras de vida que transforman naciones, pueblos, gentes familias e individuos. Con su obediencia perfecta Jesús nos dejo un cumplimiento completo a la ley y la imagen viva de cómo vivir. Con su resurrección nos dio la evidencia que satisfacía todos los requisitos de ser el Mesías que ha vencido la muerte y nos garantizo vivir con el eternamente. Con su levantamiento, aseguró que así mismo volvería y desde sus aposentos envío al Consolador para que desde lo alto viniera repartido con señales increíbles de amor y de poder. Hoy Él continua “regando los montes desde sus aposentos” para que las buenas noticias del evangelio sigan siendo esparcidas a todas las naciones. Hoy la tierra continúa siendo saciada del fruto de sus obras. Hoy los frutos de sus actos tienen repercusiones eternas.