Sermón: Mateo 5:10-12 Alegres en la Persecución

 

Mateo 5:10-12 “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”

 

            Desde los inicios del Sermón del Monte hemos podido ver que Jesús quiere dejar claro cuál es el carácter que poseen los hijos del reino. Estas características son la obra de gracia de Dios en ti. Tú posees cada una de ellas si eres realmente convertido. Claro está no la posees en grado superlativo, pero cada una de ellas están en ti porque Dios Espíritu Santo está formando a Cristo en ti.

            Y en su obra de santificación Él está preparando un pueblo para Dios.

            Ahora bien, esto que Dios hace en ti es bueno, es hermoso. Es opuesto a lo que el mundo valora. No dudes de esto. En vez de considerarlo negativo según los estándares del mundo, velo como Dios lo ve. Somos los benditos del mundo. Los ojos de Dios están puestos en ti. Gozas de su favor que es mejor que la vida.

            Pero hay algo importante que debes tener presente. Cuando vivimos en la santidad de la bienaventuranza el mundo lo rechazará. Es inevitable que así sea. El mundo está bajo el maligno. Y el mundo odia todo lo hermoso que tú eres en Cristo Jesús. Y cuando el mundo ve en ti a Cristo, es decir, la humildad, la mansedumbre, el hambre y sed de justicia, que lloras por tus pecados y los del mundo, que eres puro y te purificas en la fe de Jesús y eres pacificador sin comprometer la verdad, el mundo es convicto de su pecado e inevitablemente nos rechazará o nos perseguirá. Jesús dijo en Juan 3:19-20 “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.”

            De aquí que Jesús toque el tema de la persecución en las bienaventuranzas. Jesús establece desde el principio el costo del discipulado. Y en esta bienaventuranza Jesús nos enseñó tres cosas importantes: 1. La realidad de la persecución 2. La actitud ante la persecución 3. La bendición para los perseguidos.

I. La realidad de la persecución

            Lo primero que deseo que veas es que aunque cubrimos tres versículos y la palabra bienaventurados se menciona dos veces, Jesús habla realmente de solo una bienaventuranza. ¿Cómo lo sabemos? Los sabemos porque el tema es el mismo: la persecución, la cual aparece en los tres versículos. Lo sabemos porque si te das cuenta ser perseguidos por causa de Cristo es una forma específica de ser perseguidos por causa de la justicia. Y en tercer lugar porque en todas las bienaventuranzas se indica específicamente cuál es la bendición particular para cada una de ellas. Por ejemplo: bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos, los que lloran porque serán consolados. Y entre los versículos 10-12 solo se menciona la misma bienaventuranza que la primera:  porque de ellos es el reino de los cielos.

            Ahora bien, por qué Jesús menciona dos veces la palabra bienaventurados si solo habla de una sola bienaventuranza. Porque Dios ha prometido una doble porción de su bendición a los que sufren por la fe de Cristo. Ellos son doblemente bendecidos. Así Dios honra a aquellos que le honran.

            Y Jesús nos dice que por ser seguidos de El y vivir a la altura del llamado que Dios nos ha hecho sufriremos persecución. No siempre, ni todos de la misma manera, pero todos de alguna manera experimentaremos persecución.

            Lo vemos desde el mismo inicio, desde Génesis. Dios puso enemistad entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente, Génesis 3:15. Hay una lucha inevitable entre los hijos de Dios y los hijos de las tinieblas. Lo vemos claramente en la primera familia del mundo. Como Caín mata a su hermano Abel. ¿Por qué lo mató? Dice 1 Juan 3:12 “Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.” Lo vemos en el caso de Isaac e Ismael, de cómo nos dice Pablo en Gálatas 4:29 “…el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.”

            Y en el NT la iglesia primitiva sufrió persecución casi desde sus inicios. Los apóstoles fueron varias veces encarcelados. El apóstol Jacobo fue asesinado por orden de Herodes. Las iglesias de Tesalónicas fueron fundadas en medio de persecución. Pedro escribe su carta a una iglesia perseguida. Y la epístola a los Hebreos fue escrita a los hebreos cristianos que sufrían persecución y que estaban considerando regresar al judaísmo para evitar la misma. El NT finaliza con el libro de Apocalipsis en donde tenemos al apóstol Pablo desterrado en la isla de Patmos por causa del evangelio. Y vemos también en Apocalipsis a la iglesia perseguida.

            Así que cuando Jesús dice: bienaventurados los que sufren persecución por causa de la justicia, él tiene en mente a su pueblo. El te tiene en su mente. Todos aquellos que buscan vivir según la justicia de Dios revelada en la Palabra de Dios padecerán persecución.  

            Jesús nos enseña entonces que ser perseguido es una marca de ser seguidor de Jesús. Fue Pablo quien dijo en 2 Timoteo 3:12 “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”.

            Ahora bien. Jesús explica sobre quiénes recae esa bendición. Es sobre los que padecen persecución por causa de la justicia. ¿Qué significa? Significa sufrir persecución por procurar vivir bajo los mandamientos de Dios. Es sufrir por procurar hacer lo justo según Dios lo define. De eso mismo habla el apóstol Pedro en 1 Pedro 3:14 “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.”

            Hoy día vivimos en una sociedad postmoderna. Una sociedad en donde cada día la influencia del cristianismo se rechaza abierta y agresivamente. Una sociedad cada día más irracional. Un ejemplo lo tenemos en Canadá: por legislación judicial no es crimen la zoofilia: es decir, tener relaciones de tipo sexual con los animales. Tienen ciertas limitaciones, pero eso es repugnante. Esto es la consecuencia natural de un mundo en donde la influencia moral del cristianismo está desapareciendo a pasos agigantados. Esto es algo depravado e irracional. Otro ejemplo: Hoy día no solo se dan las operaciones de cambio de sexo sino para colmo se procura cambiar el certificado de nacimiento original para que diga que nació mujer cuando en realidad nació varón. ¡Cuán absurdo y depravado es esto!

            ¿Cuál debe ser nuestra reacción a esto? Reconocer que somos benditos por Dios. Entender que nada de esto es nuevo. Así hicieron con los profetas: “porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.” Y como el mundo odia a Jesús no te extrañes que el mundo te odie a ti también. No te asombres. No pienses que estás haciendo algo malo cuando eres perseguido por obedecer a Dios sino todo lo contrario. “Bienaventurados sois”. Y Pedro dice más en 1 Pedro 3:14 “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,” No te asustes ni te agites ni te descontroles. ¿Por qué? Porque “sois bienaventurados”. Nada ni nadie te puede quitar esa bendición. Y nada de lo que sucede en tu vida está fuera del plan de Dios. Esto es parte de lo que Dios ha decretado para nosotros. Podrán destruir nuestro cuerpo pero jamás tocar nuestra alma. Nada ni nadie puede destruir la obra de Dios en nosotros.

            Y Jesús nos dice más. Nos dice que a veces la persecución se relacionará directamente con Jesús. Y el mundo nos perseguirá físicamente, hablará pestes de nosotros, se burlará de nosotros, nos hará bullying, nos acusarán. Y todo por seguir a Jesús.

            ¿Acaso estas palabras son solo para los cristianos del siglo I? ¡Cuán actuales son estas palabras! Hermanos, seguir a Cristo cuesta. Por eso Jesús dijo: el que quiera ser mi discípulo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” Tomar la cruz no significa: llevar cosas pesadas y difíciles en la vida. La cruz era el instrumento de muerte. Tomar la cruz significa estar preparados para morir por seguir a Jesús. ¿Estás dispuesto a morir por Jesús? Al decir cada día, significa que debemos estar dispuestos a hacerlo todos los días.

            En vista de todo esto cuál debe ser nuestra actitud.

II. La actitud ante la persecución

            ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante esto?

            1. Debemos vernos como benditos. En vez de cogernos pena, debemos considerarnos como los benditos del mundo. Somos bienaventurados cuando nos persiguen por causa de la justicia. Es un honor lo que nos hacen. ¿Por qué? Porque ello da evidencia de que somos cristianos verdaderos. Es de ellos que es el reino de los cielos.  

            Si tú vives como el mundo no sufrirás persecución. Si tu profesas ser cristiano pero vives como el mundo jamás sufrirás persecución. Vivirás en paz con el mundo. Juan 15:19 “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo”. Pero no vivirás en paz con Dios. Y jamás llegarás al cielo. Porque solamente son bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

            ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante esto?

            2. Debemos celebrarlo: gozaos y alegraos. V. 12 “Gozaos y alegraos,”. Regocíjate, deléitate, alégrate. La palabra en el griego es enfática, con gran gozo. En vez de ser una razón para tristeza, frustración, temor y lloro, Jesús nos llama a alegrarnos cuando nos honran con el privilegio de ser perseguidos por ser fieles a Cristo. Y solo cuando somos files a Cristo. Cuando todas las acusaciones contra nosotros sean mentiras. Dios no bendice a los que sufren por su pecaado.

            Esta actitud no es opcional, es un mandato. La palabra en griego es un imperativo. Debemos hacerlo. No es una recomendación. Cuando te maltraten por causa de Cristo, no hay lugar para la tristeza sino para el gozo. Piensa en el honor que Dios te ha concedido. Mira cómo los apóstoles reaccionaron después de haber sido maltratados por causa de Cristo en Hechos 5:41 “Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.”

            Hermano, esto es algo que tú debes hacer y puedes hacerlo. ¿Cómo es posible? Porque Dios Espíritu Santo mora en ti. Su gracia te sostiene. Y El es la fuente de gozo espiritual en tu vida.

            Pero hay algo más. Jesús nos dice cuál es la causa de ese gozo.

III. La bendición para los perseguidos.

            ¿En qué consiste esa bendición?

            1. En una gran recompensa. “Porque vuestro galardón es grande en los cielos”. Hay una doble porción de bendición de Dios para ti. LBLA: “porque vuestra recompensa en los cielos es grande”. DHH: “porque van a recibir un gran premio en el cielo”. La palabra galardón, recompensa o premio significa realmente “paga”. Dios te va a pagar lo que has sufrido por Él. Y no es cualquier cosa. Es un galardón grande o puede ser traducido “mucho”. Jesús no dice cuál es. Pero nos dice cuándo lo recibiremos: “en los cielos”. No aquí en la tierra. No es que recibiremos una mansión, un BMW, un millón de dólares. Es un galardón reservado para nosotros en los cielos.  Es vida. Es vida eterna.

            2. En un gran honor. Jesús nos pone en el mismo nivel que a los profetas. “porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.” Seremos elevado a la altura de Moisés, de Elías y Eliseo, de Isaías, de Jeremías y los demás profetas. ¡Qué clase de honor!

            3. La seguridad de morar con Dios por siempre. “Porque de ellos es el reino de los cielos”.  Iremos a morar en nuestra casa. El reino de los cielos es nuestro. Allí está nuestro hogar. Y solo allí hallaremos paz.

            Una nota de precaución.

          Jesús nos llama a sufrir por El y por la justicia. Y El mismo nos dio una advertencia en Lucas 6:26 “¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.” Ten cuidado oh creyente cuando todos hablen siempre bien de ti. Si somos seguidores fieles de Jesús no siempre van a hablar bien de ti. ¿Por qué? Porque el mundo odia a Jesús y por ende a ti también, porque eres de Cristo. Porque el mundo ama el pecado y rechaza la justicia. Y nosotros quienes buscamos hacer lo justo y bueno, como hizo Jesús seremos perseguidos por ello.

            Pero el que está en vosotros es mayor que todos. Y su gracia en Cristo es suficiente para ti. Espera persecución. Pero en medio de ella: alégrate porque grande es el galardón que Dios ha preparado para ti. Hay una doble porción de bendición para tu vida. Y Dios te ha honrado al ser perseguido por la justicia, por Cristo al elevarte al salón de la fama de los héroes de la fe. ¿Qué más podemos decir? Si Dios es por nosotros quién contra nosotros.