Sermones sobre el Catecismo Menor

Sermón: Salmo 97:1a Jehová reina

Salmo 97:1ª “Jehová reina; regocíjese la tierra”.

            Hemos visto que a la luz de la Biblia Dios es un Dios que actúa en base a un plan definido. Todo lo que sucede en este mundo ha sido hecho cierto y fijo por el plan divino. Vimos que en este plan Dios ha incluido no solo las buenas acciones de sus hijos sino también los actos pecaminoso de los seres humanos.  Lo vimos claramente en el hecho de la muerte de Cristo. Él fue entregado a morir en la cruz del Calvario según nos dice el evangelista Lucas en Hechos 2:23 “por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios”. Su muerte no ocurrió por la casualidad. La redención de la humanidad no quedó en las manos de la posibilidad. Dios se encargó que esta fuera cierta y se aseguró decretando que ocurriría según El la planificó. Pero esa muerte vil, que es la salvación del mundo, es llevada a cabo de tal manera que Dios no es el autor del pecado ni la voluntad de la criatura es forzada o eliminada. Lo sabemos por el hecho de que Lucas nos dice que Jesús fue entregado a la muerte “por manos de inicuos, crucificándole”. El que ocurriera la muerte de Cristo fue por causa del plan de Dios. Pero el que fuera crucificado fue hecho por los pecadores que odiaban a Cristo. Dios actúa en base a un plan predeterminado, fundado desde antes de la fundación del mundo, es decir, desde la eternidad.

            Ahora bien ¿Cuáles son las implicaciones prácticas de la doctrina de los decretos divinos?

I. Reconocer que Jehová reina

            Hermanos y amigos la doctrina bíblica de los decretos nos debe ayudar a ver este mundo desde otra perspectiva. Ver las cosas que suceden en este mundo desde la perspectiva cristiana teocéntrica.

            Es Jehová quien reina en este mundo. Este es el testimonio de toda la Escritura. Como dice el Salmo 93:1-2 “Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá. 2 Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente.” Y nosotros como cristianos tenemos que decirle a todo el mundo que esto es así. Dios no ha renunciado al gobierno de este mundo. Pero las filosofía secular y la mentalidad del mundo nos quieren hacer pensar que es así. Nosotros como creyentes no podemos permitir que el mundo domine nuestra forma de pensar y cómo deben ser interpretadas las cosas.

            ¿Qué implica el hecho de que Jehová reina en este mundo?

1. Que El reina y gobierna por encima de las famosas leyes de la naturaleza. Sí, hablamos de la ley de la gravedad, del ciclo de la evaporación, de las leyes de la termodinámica. Pero todo esto descubierto por los científico no son otra cosa que leyes establecidas por Dios mismo. Y El se Rey sobre ellas. El Dios de la naturaleza está por encima de las leyes de la naturaleza. Lo vemos claramente en los milagros que Dios hizo en el AT: la creación del universo, del ser humano, del diluvio universal, de las plagas de Egipto, los milagros de Jesús y sus apóstoles. Este mundo en última instancia no es gobernado por estas leyes impersonales sino por El Dios personal Jehová de los ejércitos. El sana, el hace milagros, El oye la oración e interviene en las vidas nuestras. El muda los tiempos y aún el viento y la lluvia le obedecen.

2. Que el destino no existe. Ningún cristiano debe hablar acerca del destino. No existe el destino en un mundo gobernado y dirigido por Dios. No hablamos de un destino sino de una predestinación. No es lo mismo ni se escribe igual. La diferencia lo es entre una máquina y un ser personal. La máquina actúa según fue programada. No tiene sentimientos, no tiene propósitos, solo hacer para lo que fue programada. En la predestinación de todas las cosas es Dios quien planifica todo. Y Él es un ser personal: El piensa, siente, tiene propósitos, etc. Este mundo no es gobernado por el destino ciego sino por el Dios mismo.

3. Entonces no debemos buscar conocer la voluntad de Dios por ningún otro medio que no sea su Santa Palabra. No es propio de un cristiano leer el horóscopo, consultar los médiums, etc. Ni pensar yo sé que eso no es cierto lo de los horóscopos pero lo hago para entretenerme. Ni es correcto a la luz de la Biblia crear un horóscopo cristiano como una estudiante mía me dijo que iba a hacer. Las estrellas no dirigen este mundo. Ni la Luna, ni los signos del zodíaco. Ni debemos buscar la dirección de nuestras vidas en estas cosas. Dios les prohibió al pueblo de Israel el consultar con estas cosas. Deuteronomio 18:9-15 “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. 10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. 13 Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. 4 Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios. 15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis”. Ese profeta es Cristo Jesús. Y las palabras de ese profeta son la Escrituras del AT y NT, la Biblia que tienes en tus manos.

4. Ni la práctica del “Feng shui” es propia de un cristiano. ¿Sabes lo que es el “Feng shui? Es una filosofía china que postula el “uso de las fuerzas de la energía para armonizar al individuo con el ambiente que les rodea”. En una de sus formas enseña que hay que acomodar los muebles en la casa de tal manera que fluya la energía buena que hay allí. Hermanos, tal forma de paganismo tan común hoy día no debe pasar por nuestras mentes.

5. Ni tampoco es propio hablar que tengas suerte. O una forma cristianizada que he oído: suerte a Dios. La suerte no existe en el sentido correcto de la palabra. El futuro es desconocido para nosotros pero no para Dios. El decreto de Dios incluye que las acciones libres serán libres, las acciones que dependen de otras para que se hagan ocurrirán así y las cosas que son necesarias será necesarias. Pero todo esto está bajo el control y dirección soberana de Dios. Claro está la palabra suerte no es en sí misma errónea. Es usaba en la Biblia en Proverbios 16:33 “La suerte se echa en el regazo;
Mas de Jehová es la decisión de ella.”
El echar todos nuestros nombres en una bolsa y sacar quien es el que se llevará el carro lujoso Mercedes Benz podrá ser llamado echar suertes pero el resultado no es dejado a la suerte o al azar sino a la voluntad de Dios: “Mas de Jehová es la decisión de ella.”

            Si esto es así entonces no debemos olvidar que no es meramente Dios quien reina sino Jehová. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia es lo que significa e implica el nombre Jehová para nosotros.

            Miremos Éxodos 3:1-14 “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. 2 Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. 6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. 7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. 9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. 10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. 11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? 12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. 13 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? 14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.” El Dios verdadero no es meramente Dios sino Jehová, el Dios del pacto. Según este pasaje nos dice varias características de Jehová:

            1. Él es santo y El con su presencia santifica o consagra la tierra. Por eso Moisés tenía que quitarse el calzado de sus pies.

            2. El es fiel a sus promesas por que El es el “Dios de Abraham, Isaac y de Jacob”. El cumple su pacto con su pueblo. El es su Dios y ellos son sus hijos para siempre. Nunca olvidados por Dios aunque hayan muerto.

            3. El conoce nuestra aflicción, se compadece y actúa a nuestro favor. “He visto la aflicción de mi pueblo”, “he oído su clamor”, “he conocido sus angustias”, “y he descendido para librarlos”.

            Ese es el Dios que reina en este mundo. Y si esto es así y lo creemos porque El lo ha revelado así, entonces demanda una respuesta razonable ante este Dios quien cumple su pacto, sus promesas para con su pueblo.  ¿Cuál es?

II. Vivir en alegría

            “Regocíjese la tierra”. Fíjate que es un llamado a que toda la creación se regocije. Todo lo creado debe alegrarse de que Jehová reina. Las aves y los animales porque reciben de Dios su ración diaria. Salmo 104. La tierra porque es El quien la hace germinar. Y nosotros los cristianos más que ninguna persona debemos vivir vidas alegres. ¿Sabes por qué? Porque nuestro Dios reina. Nada pasa en este mundo fuera de su control soberano. No hay enfermedad, aflicción, problema, crisis económica, injusticia que no esté bajo su control y que El no pueda anular o desviar para el bien de sus hijos.

            En última instancia fue Dios quien llevó a José a Egipto y no sus hermanos. Y Dios lo hizo con un propósito salvador en mente. Mira Génesis 45:5-8 “5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. 6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. 7 Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. 8 Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.” Mira también Génesis 50:20 “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.”

            ¿En qué se basa esta alegría? Se basa nos dice el Salmo 97 en quién es Dios y en lo que El hace en el mundo.

            1. Los versículos del 2-6 describen los impresionante que es Dios. V. 2-6 “Nubes y oscuridad alrededor de él; Justicia y juicio son el cimiento de su trono. 3 Fuego irá delante de él, Y abrasará a sus enemigos alrededor. 4 Sus relámpagos alumbraron el mundo; La tierra vio y se estremeció. 5 Los montes se derritieron como cera delante de Jehová, Delante del Señor de toda la tierra. 6 Los cielos anunciaron su justicia, Y todos los pueblos vieron su gloria.”

            2. Lo que Dios hace en este mundo. El actúa con justicia y juicio. Destruye a sus enemigos. Demanda que los que adoran dioses falsos se avergüencen y lo reciban a El como el Dios verdadero.

            3. Por eso los justos deben estar alegres. Porque V. 10-11 “El guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra. Luz está sembrada para el justo, Y alegría para los rectos de corazón”. 

            Por tal razón el salmista termina llamándonos a estar alegres y alabar la memoria de su santidad.

            En otras palabras nosotros tenemos mil razones para estar siempre alegres, siempre gozosos porque nuestro Dios Jehová de los ejércitos reina. Sus decretos nos deben llevar a confiar en Él, a esperar en El y a ver la vida desde la perspectiva teocéntrica. Debemos rechazar toda forma de pensar que niega el gobierno y el control de Dios del mundo y de nuestras vidas. Debemos rechazar tu idea de fatalismo, de inseguridad ante el futuro, de incertidumbre y entregarnos en los brazos de Aquel que el verdadero Rey del mundo y de mi vida: Jehová de los ejércitos.

            ¿Es esa su actitud ante la vida? ¿Vives alegre o siempre llorando porque tu vida no es la vida de los ricos o los famosos o del vecino?  Dios nos llama a estar siempre gozosos. A regocijarnos siempre. Pero a regocijarnos en el Señor. Y la única manera de hacerlo es ver que este mundo está bajo el control de Dios, que todo lo que sucede ha sido decretado por Dios. Y que su salvación siempre está con nosotros. Amén.

Sermón: Efesios 1:11 El Designio de Su Voluntad, los decretos (Parte 1)

Efesios 1:11 “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,”

 

            Hoy entramos al trono mismo de la presencia de Dios. Y cuando entramos ante se presencia debemos entrar con nuestras cabeza bajas. Prestos a escuchar más que para hablar. Hoy venimos a aprender del misterio de los misterios. E iniciamos conocer como fuimos conocidos.

            Para ello es necesario que nosotros no desechemos lo que Dios ha querido enseñarnos. Pero es necesario que frenemos nuestra curiosidad y nos limitemos a lo que Dios ha revelado en su santa Palabra.

            Venimos a aprender acerca de los decretos de Dios, su plan eterno y cómo este se manifiesta en el mundo y en nuestra vida. Y qué mejor guía para hacerlo que el pasaje que tenemos presente. Pero quiero que veamos que lo que nos enseña este pasaje está totalmente de acuerdo nuestra confesión de fe. Y quisiera que estudiáramos este pasaje en conjunto con la pregunta número 7 del Catecismo Menor de Fe de Westminster. 

            Dice así la pregunta 7 ¿Qué son los decretos de Dios? R. Los decretos de Dios son su propósito eterno según el consejo de su propia voluntad, en virtud del cual ha preordenado, para su gloria, todo lo que sucede. 

            Creo que la mejor manera de estudiar este tema es contestarnos varias preguntas guía que nos ayudarán a entrelazar el Catecismo con la Palabra de Dios y ver que hay una armonía entre lo que se enseña en la Palabra con lo que se enseña en el Catecismo.

I. ¿Qué son los decretos de Dios?

            Dice el Catecismo Menor: son su propósito eterno. Hermanos y amigos, Dios es un Dios de propósito. O como dice el apóstol Pablo aquí en Efesios 1:11 “el designio de su voluntad”.  ¡Cuán importante es esto! Nuestro Dios planifica lo que va a hacer. El no actúa sin un propósito. El no actúa según surgen las cosas. Dios planifica cómo va a actuar.

            Dios tiene un plan definido para el mundo. El mundo es como es porque ha sido diseñado y planificado por Dios. Cada una de las cosas que hermosean este mundo ha sido creado según el designio de su voluntad, es decir, según su plan o su decreto. El canto del ruiseñor, el volar de las mariposas, la frescura del aire del río ha sido diseñado por Dios como un perito arquitecto. La belleza de la creación y los colores que la adornan han sido “pintadas” según el deseo de Dios.

II. ¿Qué cosas incluye este decreto?

            Incluye todas las cosas. Dice Pablo que Dios “hace todas las cosas” según el designio de su voluntad. Dios tiene un plan definido para cada persona y para cada criatura en el universo. Tanto es así que Jesús dijo en Lucas 12:16 “¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.”

            Y sobre todo para cada uno de sus hijos. Incluye nuestra misma creación en el vientre de nuestras madres. Miremos el Salmo 139:13-17 “13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. 15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. 16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. 17 !!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! !!Cuán grande es la suma de ellos!”. Incluye cada cosa que pasa en nuestra vida aún las cosas pequeñas e insignificantes.  Por eso Jesús dijo en Mateo 10:30 “Pues aun vuestros cabellos están todos contados.” E incluye nuestra salvación. Pablo nos dice en Efesios 1:4 “que Dios nos escogió desde antes de la fundación del mundo para ser santos y sin mancha delante de él”. V. 11 “En él asimismo tuvimos herencia”. Nuestra herencia, el poseer a Dios mismo y tener vida eterna ha sido planificada por Dios.

            Incluye las buenas obras de sus hijos. Efesios 2:10 Porque somos hechura suya creados en Cristo Jesús para buenas obras la cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”.

            Incluye los actos pecaminosos de sus criaturas. Hechos 2:23 “a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;”       

            E incluye cuando naceremos, en dónde naceremos, cuando moriremos. En fin, todo lo que sucede en este universo está incluido en este plan todo abarcador.

            Oh hermano cuán maravillo es saber que Dios actúa en base a un plan predefinido, predeterminado. A veces pensamos que las cosas que pasan en nuestra vida ocurren por que Dios tiene los brazos cruzados. Que Dios se entera de las cosas al mismo tiempo que nos enteramos nosotros. Vemos tantas cosas locas en este mundo, tanto desorden y tanto dolor en nuestra vida que podríamos creernos que este mundo sigue su camino solo y sin control. Pero eso no es cierto. Dios tiene un propósito en todo lo que hace. Este mundo sigue el camino que Dios le ha trazado. Dios actúa en base a un plan eterno y nada ni nadie puede evitarlo. El brazo de Dios es más fuerte que el brazo de los hombres. El sabe lo que hace.

            Él tiene un propósito específico para tu vida. El no actúa caprichosamente. Nada de lo que sucede en tu vida carece de propósito en el plan de Dios. No es solo que Dios sabe lo que ocurrirá en el futuro porque Dios lo sabe todo. No es solo eso. Todo lo que sucede en tu vida ha sido planificado por Dios o ha sido decretado por Dios. Dios planifica todo según su voluntad. La voluntad de Él no la voluntad de la criatura. Pablo dice que Dios hace todas las cosas según el designio de qué: “de su voluntad”. O como dice nuestro Catecismo: “Los decretos de Dios son su propósito eterno según el consejo de su propia voluntad”.

            Tenemos que decir cuando sucede lo que sucede: Dios tiene un propósito para esto. Dios lo ha enviado. Y aunque yo no sé con qué propósito yo sé que es bueno porque Dios en Cristo Jesús es mi Padre. Y a Él sea la gloria por esto.  

III. ¿Con qué otro nombre se conocen los decretos?

            Pablo nos da varios nombres para el decreto de Dios. El lo llama el designio de su voluntad. Indicando que es su voluntad lo que determina sus planes y no la criatura. Dios no hace las cosas porque la criatura le dicta cómo El debe hacerlo. El no planifica las cosas y tiene que cambiarlas porque la criatura no lo deja actuar. No. Tal idea sería blasfemia. El actúa según su voluntad. El hace lo que le plazca en los cielos y en la tierra. Por eso dice Daniel 4:35 “Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”

            Según Pablo hay otro nombre para los decretos de Dios. El habla del propósito de Dios. Lo interesante de esta palabra es el hecho de que está en singular. Y esto es importante. ¿Sabes por qué? Porque nos enseña que aunque el plan de Dios incluye muchas cosas: creación, providencia, salvación, es realmente un solo plan todo armonioso. Dio es el gran tejedor, como diría el apologista Ravi Zacarías. Dios es el gran tejedor que teje en un todo perfecto, armonioso todas las diferentes partes de ese hermoso traje. Podrá tener el traje de novia: mangas, faldas, fruncidos y pliegues, cola, etc. pero es un solo traje compuesto de muchas partes. De igual manera lo es el plan de Dios. Ese plan podrá incluir mi nacimiento, el país de mi nacimiento, mi esposo, mis hijos, mi trabajo, mis enfermedades, mis dolamas, mis éxitos y aparentes fracasos, absolutamente todo. Y aunque hablamos de muchas cosas es un solo plan o propósito.

            Es llamado por Pablo la predestinación. El decreto de Dios es también su predestinación. Dios ha predestinado todas las cosas. El ha decretado todo lo que sucede y sucederá. O como dice nuestro catecismo El ha preordenado todas las cosas que suceden.

            Hay muchos cristianos que no les gusta la palabra predestinación y eso no es correcto. ¿Por qué? Porque es una palabra bíblica. Efesios 1:11 “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados”. Efesios 1:5 “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo”. Romanos 8:29-30 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”. Y aunque en algunos pasajes no se use esa palabra la idea de la predestinación o decreto eterno de Dios está presente. Jesús mismo dijo en Lucas 22:29 “Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,” 1 Tesalonicenses 2:12 “y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.”

            ¿Hay otro nombre? Hay muchos más. Pero quiera señalar otro: la palabra ordenado. Hechos 13:48 “Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.”

IV. ¿Cuál es el propósito de los decretos de Dios?

            El propósito de los decretos de Dios o su plan eterno es gloria de Dios. Todo lo que Dios hace en el mundo y en nuestra vida lo es la alabanza de su gloria. Lo hace para la exaltación de su persona. Lo hace para que le adoremos. Lo hace para que nos postremos delante de El y digas Tú y solo tú eres Dios.

            Todo el capítulo 1 de Efesios es una alabanza a la gloria de Dios por todo lo que El hace. Veamos algunos versículos bíblicos. Efesios 1:3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. V. 5-6 “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,”. V. 11-12 “hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria”. Filipenses 1:11 “llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.”

            Podríamos seguir multiplicando pasaje tras pasajes de toda la Biblia para probar que todo lo que Dios hace lo hace para la alabanza de la gloria de su nombre.

            Hermanos y amigos, la vida cristiana se vive en alabanza a Dios. Todo lo que Dios hace en tu vida te debe llevar a postrarte ante sus pies en humildad y su misión y confesar: Tú eres Dios, has lo que te plazca con mi vida. La meta de mi vida es adoración. Vivo para adorarte. Ese es uno de los propósitos de la venida de Cristo: salvarnos de la idolatría ya hacer de nosotros verdaderos adoradores de Dios. Porque tales adoradores Dios busca según Juan 4:23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Tu vida debe ser una vida de alabanza a Dios en todo momento, en el todo de tu vida. Alabar a Dios en la iglesia, en tu casa con tu familia, en tu trabajo, cuando estás alegre, cuando estés triste, cuando tengas abundancia, cuando tengas escases, en toda circunstancia.

            Le alabamos cuando confiamos que Dios no actúa caprichosamente en nuestra vida. Mateo 14:12 “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.” Todo lo que pasa en nuestra vida es una preparación para heredar el reino. Absolutamente todo. Le alabamos cuando nos sometemos a su voluntad y hablamos como Cristo: no se haga mi voluntad sino la tuya (Lucas 12:42). Cuando pensamos como Cristo: Juan 4:34 “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió”. Y adoramos a Dios cuando tenemos una correcta idea acerca de Dios. Un Dios que no planifica todas las cosas no es el Dios de la Biblia. Un Dios que no predestina no es el Dios de la Biblia. Un Dios que no decreta o que decreta ciertas cosas y otras no, no es el Dios de la Biblia. Nada está fuera del control de Dios de Dios. Y decir que hay algo fuera del control es ateísmo. Por eso decimos que todo sistema de doctrina que se enseña en el 99% de las iglesias en PR promueven indirectamente una especie de ateísmo. Pero para nosotros Dios es Rey soberano. Él se sienta en el trono de los cielos y dirige el todo de nuestras vidas. El las dirige con sabiduría, con firmeza, con un propósito santo y sabio, y con perfecto y puro amor por sus hijos. Y todo esto para la alabaza de la gloria de su gracia.

            ¿Es esta tu fe? Yo espero y creo que sí.