Alerta de Depresión

Alerta de Depresión

Si estás experimentando alguno de los siguientes síntomas, es posible que estés pasando por una depresión. Pero, si estás experimentando por lo menos cuatro de ellos, es seguro que lo estés, y necesitas ayuda cuanto antes.

Los síntomas de la depresión pueden ser: sentimiento constante de tristeza o de vacío, falta de placer o interés en actividades comunes, incluyendo la intimidad sexual; falta de energía, cansancio y lentitud para actuar; cambios en el patrón habitual de dormir (insomnio, despertar demasiado temprano en la madrugada o dormir demasiado); cambios en los hábitos de alimentación (pérdida del apetito y peso, o comer demasiado y subir de peso); dificultad en concentrarse, recordar y tomar decisiones; sentimientos de desesperanza y pesimismo, de culpabilidad o de no valer nada y de estar desamparado; pensamientos fijos u obsesivos en la muerte, el suicidio o en intentarlo; llorar demasiado o decaimiento físico y anímico en general. Cualquiera de estos síntomas puede ser una alerta de depresión.

En los Estados Unidos no menos de 10 millones de personas ven afectas sus vidas por depresiones personales, y es casi incalculable los millones de familiares, amigos y relacionados con deprimidos que también son afectados directa o indirectamente. Por eso, cuando hablamos de depresión, estamos hablando de algo serio. Tan serio, como que constituye una de las principales causas de suicidio en nuestra sociedad. Gente que no supo manejar responsablemente sus sentimientos o cuyos familiares no lo hicieron por ignorancia o apatía, se han visto atrapados en el doloroso escenario de las desgracias familiares.

Pero, vayamos poco a poco, no es como para que cunda el pánico. Todos los seres humanos pasamos por ciclos depresivos, algunos más significativos que otros dentro de los parámetros normales. En honor a la verdad, ni los grandes hombres de la Biblia como Elías, Job, David, Jonás y hasta el mismo apóstol Pablo estuvieron exentos de episodios depresivos. Y, es que, es casi imposible mantenerse todo el tiempo en la cresta de la ola. El problema se presenta cuando la onda depresiva en que hemos caído es demasiado profunda y prolongada. Cuando esto ocurre, entonces, hay que preocuparse y actuar con diligencia.

Por eso, si estás pasando por un proceso depresivo, escucha, por favor, este valioso consejo. Busca a una persona de tu confianza ante quien puedas desnudar tu alma. Alguien que pueda entenderte y tratarte con amor y empatía en tu crisis actual. Y, sobre todo, Alguien que pueda ayudarte a salir del pozo de la desesperación.

David, el dulce cantor de Israel, esto fue lo que hizo y estos fueron los resultados: “Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y de pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios.” Lea el Salmo 40, haga lo que hizo David. Entonces, Dios va a hacer lo que El mejor que nadie puede hacer por los deprimidos.

¡Aprenda a Vivir!