VIVIENDO EN EL PASADO por Dr. Jay Adams

Cuando los Consejeros Nutético tratan con el pasado, ¿en realidad lo hacen?

Ellos no tratan con el pasado aunque a veces parezca que lo hacen. ¿Cómo se explica esto?  Compare lo que ellos hacen con la expedición arqueológica de los “Freudianos” en el pasado de la persona.  Freud estaba preocupado por indagar en el pasado para descubrir lo que había conducido su paciente a sus presentes problemas.  El Consejero Nutético no cree que esto es bíblico –o inclusive posible.  Tratar de levantar las piedras en el pasado de una persona para descubrir las alimañas, no solo es una misión imposible; es innecesaria, improductiva, y dañina.

El Consejero Nutético trata con el pasado cuando está actualmente presente.

¿Qué significa esto?

Simplemente, cuando de alguna manera una persona necesita arrepentirse de algo hecho en el pasado, la cosa nunca ha sido arreglada satisfactoriamente con Dios, y no es, por tanto, un asunto del pasado.  Es actualmente una realidad presente. Él tiene negocios no terminados por atender.  El objetivo en estos casos es tratar con el asunto en tal manera que se pueda convertirse en un asunto del pasado.

Similarmente, cuando alguien tuvo un evento en su pasado que trae innecesariamente al presente y hace de él una realidad presente, el objetivo debe ser ayudarlo a ponerlo en donde le pertenece estar –en el pasado.  Si, por ejemplo,  alguno ha sido abusado, y permite que ese trágico evento gobierne su vida presente, esa persona ha traído su pasado al presente. Si falla en tratar con eso, como debe hacerlo un creyente, puede acarrear ira y dolor consigo por el resto de su vida.  A la medida que él siga este patrón tendrá como consecuencia una vida infeliz e infructuosa.  Un cristiano tiene la habilidad, por la gracia de Dios, para resolver asuntos de esta naturaleza a tal punto que no tenga necesidad de pensar ni hablar de sí mismo como “una persona abusada”, de la misma manera que otras personas lo hacen.

Los Consejeros Nutéticos ayudan a las personas a vivir en el presente con el ojo puesto en el futuro.  Ellos animan a los aconsejados a mirar el pasado solamente para recordar las bondades de Dios para con sus vidas en los tiempos que quedaron atrás.  De otra forma, es como si ellos se estén condenando a un pequeño uso en el reino en los días venideros, y ellos estarán trazando para sus propias vidas un curso en el cual la tragedia los guiará a la incertidumbre, y casi, a un seguro futuro miserable.