LA NECESIDAD DEL CAMBIO INTERIOR

El cambio principal e indispensable para todo cambio valedero del ser humano comienza con su relación con Dios. Este cambio en sus relaciones verticales producirá cambios consigo mismo y en su relación con los demás.  En nuestra iglesia necesitamos actualmente hacer algo para que la gente que no puede subir escalera tenga acceso al lugar de reunión en el segundo piso. La solución es sencilla:  una rampa o un elevador.  Imagínese que le compráramos alas de ángel a cada miembro que no puede subir, o un paracaídas, o un avión o un helicóptero, ¡sería absurdo! El verdadero cambio comienza por lo básico o fundamental para todos los demás cambios.  De lo contrario es como poner remiendo de paño nuevo en vestido viejo.

La consejería bíblica no es para reformar sino para transformar.  Los escribas y los fariseos de los tiempos bíblicos son un buen ejemplo de lo que es la auto suficiencia y auto satisfacción, sobre la cual equivocadamente algunos pretenden lograr el cambio.  Ellos se veían a si mismos como sanos que no necesitaban médico.  La realidad es, que una cosa era su vida exterior con todos sus esfuerzos para ser mejores a los ojos de Dios, y otra era la forma en que el Señor veía su vida interior carente de su gracia y deficitaria en poderle agradar.  Por eso, Cristo dice que nuestra justicia tiene que ser mayor que la de los escribas y fariseos. El joven rico le habló a Jesús de una  bondad humana que no da la medida de la requerida por de Dios

Una cosa es la restricción del mal y otra la promoción del bien.  La consejería bíblica promueve la bondad aceptable por Dios, no la que es a partir de lo socialmente aceptable.  La transformación que promueve la consejería bíblica es la que sólo puede hacer la Palabra de Dios en el poder del Espíritu, no lo que es social o moralmente aceptable.  Todas estas últimas normas son relativas, pero los requerimientos de Dios son absolutos.  La consejería noutética no está llamada a formar más fariseos de los que ya existen sino verdaderos cristianos que han sido objeto de un cambio radical en sus vidas, y están en un proceso de santificación a la imagen de Jesucristo.

Este cambio bíblico

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Nada menos que esto.  Tenemos que darle prioridad a la relación vertical.